Somos la Sal de la Tierra

4.30.2008







Somos la luz del mundo

y a veces dejamos
que los problemas de cada día
apaguen el brillo de nuestra mirada.
Somos los miembros de la ciudad de Dios
y a veces nos alejamos
de nuestros hermanos
por no hacerles un favor
o por no convivir con sus defectos.
Somos la sal de la tierra,
y a pesar de eso
olvidamos con mucha facilidad
cómo darle sabor y color a nuestra
vida con la alegría de ser hijos de Dios.
Ser sal es saber que,
aunque seamos pequeños
como un grano de arena,
de nuestro esfuerzo depende el sabor
de nuestra vida en comunidad,
de nuestra paz de espíritu,
de nuestro porvenir.

Foto: http://www.istockphoto.com/

1 comentarios:

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